Una de las tecnologías más sustentables para la recuperación de cobre es la lixiviación, usada principalmente en los minerales cercanos a la superficie de la tierra, pero ineficiente en aquellos que están más profundos, como la calcopirita, presente en el 70% de las reservas disponibles.
Una transición energética responsable y la reducción de la brecha entre la oferta y la demanda de cobre de los próximos años, requerirá más innovación del ecosistema minero.
Se estima que en la naturaleza existe cobre para más de 100 años. La mayor parte está contenida en las capas más profundas de la tierra (sulfuros primarios) y es inviable de extraer con las actuales técnicas de lixiviación.
Nuestros procesos permiten que las mineras accedan a reservas que hoy están bloqueadas de extraer con el proceso tradicional de lixiviación, aprovechando las instalaciones ya existentes en las operaciones.
La concentración + fundición es rápida y efectiva, pero intensiva en inversiones, uso de agua y energía, y genera grandes tranques de relaves.